termino el suplicio llamado 2022

Peñarol venció por 2-0 a Cerro Largo en el Ubilla de Melo por la última fecha del Torneo Clausura.

Tarde gris, poca gente y poco fútbol se vivió en la tarde del sábado en Cerro Largo. El aurinergro diezmado luego de empatar contra River Plate, viajó al interior del país a enfrentarse a un viejo conocido como Mario Saralegui.

Peñarol, para no hacer una excepción de lo que fue el 2023, sufrió. La defensa carbonera padeció al arachán, que con jugadas a las espaldas de sus laterales, se acercó en varias ocasiones al arco manya.

Poco para acotar. Hasta que a los 25 minutos comenzó a moverse el cotejo. Emiliano Villar le gana la espalda a Agustin Da Silveira, a Rak y también a Kevin Dawson, quien le comete infracción y por ende penal.

Adolfo Lima fue quien tomó la posta, pero la figura del guardameta mirasol se agigantó. Kevin Dawson atajó el penal.

Peñarol se iría en ventaja al segundo tiempo gracias a una excelente jugada individual de Nicolas Rossi, quien peleó una pelota por la banda izquierda y lanzó un centro. Rodrigo Saravia aprovechó esta intervención y con un derechazo, que con previo desvió, se metió en el arco de un descolocado Lucero Álvarez.

Las alarmas comenzaron a sonar al minuto 52. En quizá lo que fue el último partido de Kevin Dawson en Peñarol, el arquero tuvo que ser sustituido tras caer con la cabeza luego de cortar un centro. El susto fue grande ya que por varios segundos el 12 mirasol no se movió. Finalmente se confirmó que el jugador perdió el conocimiento por unos instantes.

El partido se liquidó al minuto 58. Tiro libre en las cercanías del área de Cerro Largo y el cual ejecutó el recién ingresado Kevin Méndez. Lucero Álvarez fue claro con sus dos compañeros en la barrera: “No se muevan, quédense juntos”. La barrera se movió y la pelota terminó en la red.

Peñarol cierra un pésimo año con una victoria 2-0, la cual no tiene validez en ninguna de las tablas de posiciones. El manya se despide del 2022 sin clasificar a la Copa Libertadores y sin jugar bien.

El único saldo positivo del mirasol está en los juveniles, los cuales dieron la cara cuando las cosas no salían. Nicolas Rossi, Rodrigo Saravia, Álvarez Wallace salvaron con buena nota individual el pésimo año colectivo.